Cuando tenía seis años, soñé con un niño sin rostro. El sueño me duró cinco meses, de noviembre a marzo, y en aquel tiempo poco me percaté del detalle profundo que lo rodeaba. A él completo lo envolvía un aura amarilla, la emanaba como sol en mayo, y siempre que lo vi, lo vi de…… Seguir leyendo Esteban