Cuando la creatividad encuentra la ciencia

Foto por Nick Morrison en Unsplash

Ya terminé mi obra maestra, ¿ahora qué?, ¿cómo la presento al mundo? El nombrar y el catalogar tiene poco peso durante el proceso, pero sí tiene bastante a la hora de dar a conocer lo que hemos construido. Soñamos con que alguien tome lo que hemos escrito y sentirnos comprendidos, mas para llegar a ese punto, debemos desprendernos un poco de la creatividad y adaptarnos a la teoría, para saber si lo que hemos hecho es una novela, nouvelle, cuento o relato. Curiosos términos, ¿no?, Qué significan, qué representan, qué los compone. Podría delimitarse a un conteo de palabras, pero, para no caer en lo simplista, lo evitaremos.

La novela es el resultado creativo que viene de una construcción compleja. Grosso modo, se podría decir que en la novela todo lo que conocemos de la literatura viene en pares o más: escenarios, personajes, tiempos, generaciones, discursos, nudos, problemas. Es mucho más complejo su análisis, porque si hay dos nudos a desenredar, ¿cuál categorizamos como principal? Ejemplo de esto podría ser la obra maestra de García Márquez, 100 años de soledad. Donde vemos el desarrollo del árbol genealógico de la familia Buendía y cómo cada personaje, en su época y contexto, enfrenta retos individuales y compartidos. Trenzando cada uno de ellos para dar un producto final.

Mientras, si en la novela todo viene en pares, en la nouvelle todo viene individual: un argumento, una historia, un hilo, un escenario, un ambiente. Esto es sumamente valioso, puesto que, aunque posea la misma extensión, sería un error  categorizarle como novela. Y es que, a final de cuentas, no tiene nada de malo que una obra sea nouvelle y no una novela. Mas el categorizarla bien permite un conocimiento más profundo de ella y el poder interpretarla bajo a los cánones que le pertenecen. 

Ahora, el cuento es esta pieza de menor extensión, en el que se da una contextualización del hilo discursivo a desarrollar, prioriza la narración y hay una fuerte presencia de acciones. Mientras que el relato prioriza la descripción, configurando la obra mediante destellos de tiempo, personajes y espacio sumamente vagos. Digamos, si yo quiero describir el día más triste de mi vida y comienzo narrando desde cuando me desperté hasta el momento en el que me dieron la noticia que cambiaría para siempre mi vida… eso es un cuento. En cambio, si solo construyo una descripción, sobre el día más triste de mi vida, cuando me dan la noticia y la explosión sensorial que eso despertó en mí… eso es un relato. Por ello, el categorizar una pieza escrita no puede reducirse a ver la cantidad de palabras que la conforman. Cabe resaltar que el identificarla correctamente es de suma importancia, puesto que a partir de ahí se adoptan caminos para poder interpretarla, editarla, corregirla y publicarla. Considero que un buen punto para reflexionar es preguntarnos individualmente qué es nuestra pieza favorita: ¿novela, nouvelle, cuento o relato? 

Lecturas recomendadas

  • Novela Cien años de soledad – García Márquez
  • Nouvelle Pedro Páramo – Juan Rulfo
  • Cuento Peter Rabbit – Beatrix Potter
  • Relato La casa de reposo – Fernando Iwasaki