Escribir y editar o viceversa

En Guatemala ha existido una gran tradición de proyectos editoriales independientes y alternativos, un reflejo de resistencia que a lo largo del tiempo nos han regalado un sinfín de libros importantes. Hay algo que caracteriza estos proyectos y es que, en su gran mayoría, quienes lo dirigen también son escritoras/res, y justamente es de lo que va este pequeño texto, la doble función que cumplimos. 

Antes de la Sión Editorial, participe en un proyecto que se llamó 90’s -plaquettes- un proyecto que logró publicar 7 plaquettes. Luego de eso, en 2017, decidí crear la Sión (nombre que no tienen nada que ver con sectas religiosas) y es en donde empieza la verdadera experiencia entre la función de editor y escritor, que si bien es cierto es una labor extraordinaria y que me llena, hay procesos un poco difíciles de llevar en cuanto a la faceta de editor, pero que entiendo y soy sumamente paciente. Esta paciencia la he logrado adquirir gracias a la otra faceta, la de escritor. 

Cuando me invitaron a escribir en este blog, pasé varios días intentando darle forma al texto. Llegue a la conclusión de hacer un pequeño listado de cosas que me han pasado como editor, y que por ende también he hecho como escritor:

  1. Juntarme con bastantes propuestas y no tener tiempo suficiente para revisarlas 
  2. Me han dejado en visto las escritoras/res
  3. El título del libro no se logra definir a la primera
  4. Las correcciones tardan en llegar
  5. Las propuestas de portadas tardan en llegar
  6. Teniendo las portadas, se complica escoger una
  7. Me vuelven a dejar en visto
  8. Días antes de imprimir el libro, se encuentran varios errores
  9. Diagramar más de dos veces el libro
  10. Ya impresa la primera prueba, se identifican más errores
  11. La edición final sale en una fecha totalmente distinta a la prevista. 

Al final del día, viendo el libro impreso, leyendo los comentarios acerca de él y conversando con el autor o autora, esas 11 cosas (no son las únicas sino las más comunes) que describí, se olvidan. 

*Yo también he dejado en visto a mi editor y aún no he enviado la versión final del libro, ya lleva más de un año.