Me ofreciste un amor cálido,
de esos que te cobijan
cuando llegan las noches de invierno,
que te mantienen seco
durante las tormentas de mayo
Pero acabó nuestro verano
y cambiaste de estación
a un amor húmedo,
traías contigo
niebla y frío
Fuiste enmoheciendo la madera de la casa
que algún día construimos,
la inundaste con tus promesas vacías,
con ellas fuiste socavando
nuestro suelo
Fuiste un huracán,
con tus deslaves
rebalsaste mis ríos,
y te preguntas por qué
arrastré los puentes conmigo